Veía las nubes, tenían un extraño color amarillo al igual que todo mi alrededor, esto me pareció bastante lógico en ese momento (como usualmente sucede con varios sueños raros que tengo), frente a mi había una colina bastante empinada y al verla sentí unas ligeras ganas de vomitar, me di cuenta de que estaba montado sobre una bicicleta y cuando traté de bajar de ella perdí el control de mis movimientos y comencé a descender rápidamente por la colina encima de la bicicleta. Apenas podía mover un poco el manubrio para mantenerme balanceado cuando vi que ya me encontraba a pocos centímetros del pavimento.
Desperté con una fuerte sacudida sobre mi cama, a salvo y debajo de las cobijas. Cerré los ojos intentando dormir de nuevo, pero mis sentidos comenzaron a despertar sin mi permiso, comenzando por el gusto y el olfato.
Un amargo sabor en mi boca provocó que se volviera de vital importancia el correr a cepillarme los dientes mientras que mi olfato percibía un perfume que no era mío y que olía bastante bien, como a mujer.
Me quité las cobijas de encima y vi acostada en mi cama a una tipa de piel blanca y cabello negro, recordé vagamente su cara de la noche anterior y sonreí al pensar que mis técnicas de convencimiento aún eran buenas; sintiendo esa sensación de triunfo decidí levantarme y al hacerlo sentí un escalofrío al ser golpeado por la ráfaga de aire de mi ventilador. Caminé torpemente hacia el refrigerador y saqué de su interior una botella medio llena de coca-cola, la cual bebí para quitarme de la boca el sabor a un licor que no podría identificar y tener algo en el estómago. Caminé hacia el baño y tomé un regaderazo rápido, más tarde me encargaría de limpiar el baño y el resto de la casa en caso de convencer a otra tipa de venir a pasar un rato juntos.
Al salir del baño caminé a la cocina usando sólamente mi toalla, tomé una bolsa de basura y comencé a recoger del suelo la ropa que estaba tirada cerca de la cama, me senté en el suelo un rato y miré desde ahí hacia la ventana.
El cielo estaba nublado y parecía que llovería pronto; me levanté y me acerqué a ver detenidamente a la tipa que estaba acostada sobre mi cama, acaricié lentamente su rostro y al oler su cabello pude hundirme de nuevo en ese suave olor a perfume. No quise desaprovechar esa oportunidad, así que quité la cinta adhesiva de su boca y la besé.
domingo, julio 13, 2008
Déjame fluir...
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3 comentarios:
hay carajo 8|
por que ahora
que me digno a leer blogs
todos hablan de cosas
que me han estado pasando
o etc
que mierda!
Estuvo bueno, y me gustó.
Pobre tipa, Spike.
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